Giorgio Chiesa es hijo de una familia italiana influyente. Fue bautizado en la catedral de San Pablo en el Vaticano, en una ceremonia ecuménica a cargo del papa Pablo VI y un líder musulmán. Todavía recuerda cuando en su niñez, Karol Wojtyla (Juan Pablo II) visitaba a su madre en su casa. A la edad de 12 años, comenzó a asistir a una escuela católica. En su primera clase de religión le preguntó al sacerdote profesor: ¿Cómo se puede demostrar la existencia de Dios? La respuesta que obtuvo fue: “Este tema no se cuestiona, se cree por fe.” Seguidamente fue invitado a salir de la clase. Cuando el director relató al padre el incidente y le hizo notar la incredulidad de Giorgio y sus cuestionamientos, éste contestó: “Si mi hijo no puede hacer preguntas en su clase de religión, entonces no asistirá más a ella.” Poco a poco Giorgio se convirtió en agnóstico. Creció yendo a las mejores escuelas y universidades de Europa. Allí estudió leyes y comercio internacional, siempre pensando que la religión era una invención humana y Dios algo irreal. En 1999 mientras viajaba por negocios, conoció a su esposa en España. Alejandra proviene de una familia adventista de Colombia, pero había dejado la iglesia luego de una crisis familiar y se había mudado a España para vivir con su hermano. Luego de salir por algún tiempo, Alejandra y Giorgio se casaron y se mudaron a Londres en donde ella comenzó a asistir a la iglesia adventista local. Giorgio la llevaba, pero no participaba de la actividad ya que “la iglesia no era para mí”- dijo. Luego de ocho años de vivir en Londres y de haber tenido dos hijos, se mudaron a Suiza. Allí Alejandra conoció una mujer adventista proveniente de Argentina, y se convirtieron en muy buenas amigas. Cuatro años más tarde el trabajo los llevó a vivir en Buenos Aires, Argentina. Mientras vivían allí, la querida hermana de Giorgio falleció de un cáncer agresivo. Giorgio y Alejandra se sintieron devastados. En esos momentos de luto, la amiga argentina de Alejandra les recomendó que miraran los videos de un pastor adventista de una iglesia hispana en Collegedale, Tennessee, y así hicieron. La religión poco a poco comenzó a tener sentido para Giorgio. Luego de tres años la familia debió trasladarse a las Bahamas. Allí comenzaron a mirar el servicio de culto que la iglesia Hispano Americana que Collegedale ofrece semanalmente. Lo hicieron durante un largo tiempo, hasta que un día decidieron llamar a Joel Barrios, pastor de la iglesia, para invitarlo a venir a las Bahamas y hospedarse en su casa. Allí él les impartió estudios que había compartido en el pasado con personas agnósticas y ateas. Fue una experiencia milagrosa. Cuando Barrios regresó a los Estados Unidos, la familia no solo estaba feliz, sino también espiritualmente unida. A pesar de la distancia continuaron los estudios bíblicos vía Skype. En diciembre fueron a Colombia para las fiestas de fin de año con planes de ir a esquiar a Canadá en febrero. Estando en Colombia, compraron el equipo de esquí y lo enviaron a las Bahamas por courier, pero este fue robado en el trayecto. No obstante, decidieron comprar un equipo nuevo e ir de todos modos a esquiar a Canadá. Al iniciar su viaje de regreso a las Bahamas, Giorgio se cayó en el aeropuerto de Colombia quebrando su brazo, lo cual impidió que fuesen a esquiar. La familia estaba desilusionada. Pocos días más tarde, Barrios llamó a Giorgio para invitarlos a una campaña de evangelismo que se llevaría a cabo en Tennessee. La Providencia hizo que la fecha del encuentro coincidiera con la del viaje a Canadá que habían tenido que cancelar, así que la familia viajó a Tennessee. Todos fueron impresionados con los temas prácticos que Roger Hernandez, director ministerial de la Unión del Sur, presentó esa semana.El hijo de 12 años, quien siempre se quejaba por tener que ir a la iglesia con su madre, estaba entusiasmado con los nuevos amigos que hizo allí. En el transcurso de esa semana, Giorgio tomó la decisión de ser bautizado y ese viernes, Alejandra decidió rebautizarse. Giorgio y Alejandra son los primeros miembros on-line de la iglesia Hispano Americana de Collegedale. Ellos pidieron que su membresía se registrase en Tennessee. Es asombroso ver la forma en que Dios trabaja plantando semillas mediante amigos e incluso la pérdida material de un equipo de esquí. Giorgio y su familia están felices con la nueva fe en Dios que descubrieron, y su membresía virtual con la familia de Dios en esta tierra
Hispanic | July 2018
Comments are closed.